El orden sagrado de Se Nenuglan y los hilos invisibles de Aluna
En la alta Sierra Nevada de Santa Marta —territorio vivo que respira como un gran corazón ancestral— los Kogi (o Kaggaba), uno de los pueblos guardianes de la Tierra, sostienen una visión del mundo tejida por la memoria, los hilos del pensamiento y el lenguaje espiritual que aún vive en la montaña.
🔵 Nujuakala: los sitios donde el mundo se ordena
Dentro del territorio sagrado de Se Nenuglan, existen cinco colinas sagradas que no son solo accidentes geográficos, sino centros de equilibrio espiritual y ecológico. Estos espacios, llamados nujuakala, fueron encomendados por la Madre Haba Sé Nenuglan para ordenar todos los aspectos y elementos de la naturaleza: desde el ciclo del agua hasta la conducta humana.
Cada colina encarna una sabiduría esencial. Al visitarlas en pensamiento o en ceremonia, los Mamos —sabedores espirituales Kogi— restauran el equilibrio del territorio y sus múltiples dimensiones.
🌌 Los hilos de Aluna: pensamiento como estructura del cosmos
Según la cosmovisión Kaggaba, Aluna es el principio creador, el pensamiento original que antecede toda forma visible. Desde Aluna emergieron los hijos Jate y las hijas Jaba, quienes entretejen el orden del mundo en un lenguaje no verbal, invisible pero presente: el shí, los hilos del pensamiento.
Estos hilos forman Seshizha, conocida como la línea negra, una frontera espiritual que protege, delimita y sostiene la Sierra Nevada como centro de vida y pensamiento planetario. No es una línea geográfica, sino un contorno energético tejido por las prácticas rituales que actualizan el orden original.
“Nada está fuera del pensamiento. Todo tiene forma porque primero fue soñado por la Madre en Aluna.”
🌿 Un llamado a cuidar lo que no se ve
Al conocer estas historias, no entramos solo en una cosmovisión distinta: entramos en una invitación a cambiar nuestra relación con el mundo. Para los Kogi, cuidar el planeta no empieza con la tecnología o la política, sino con recordar el pensamiento original que sostiene todo lo vivo.
Escuchar la voz de Se Nenuglan es escuchar la memoria más antigua del equilibrio.
